La forma húmeda de degeneración macular se produce en aproximadamente el 10 por ciento de los casos de degeneración macular, pero puede causar más daño a la visión central o de detalle que la forma seca.
Capilares o pequeños vasos sanguíneos, se extienden a todos los tejidos del cuerpo, con lo que en nutrientes y llevándose los productos de desecho. Capilares por lo general no aumentan de tamaño o número, pero si lo hacen, se llama el crecimiento anormal de vasos sanguíneos.
La degeneración macular húmeda ocurre cuando los vasos sanguíneos anormales comienzan a crecer por debajo de la retina. Este crecimiento de los vasos sanguíneos se llama neovascularización coroidea (NVC), ya que estos vasos crecen de la capa de debajo de la retina llamada la coroides. Estos nuevos vasos sanguíneos pueden tener fugas de líquido o sangre, visión borrosa o visión central distorsión. La pérdida de visión de esta forma de AMD puede ser más rápida y notable que la de la degeneración macular seca.
Cuanto más tiempo estos vasos anormales de fugas o crecer, más riesgo tiene de perder más de su visión detallada. Además, si el crecimiento anormal de vasos sanguíneos que ocurre en un ojo, se corre el riesgo de que se producirá en el otro ojo. Mientras más temprano que la DMAE húmeda se diagnostica, más posibilidades tiene de preservar una parte o gran parte de su visión central. Por eso es tan importante que usted y el doctor Murphy supervisar su visión en cada ojo cuidadosamente.
